jueves, 24 de julio de 2008

URGENCIAS

Ayer tocó noche de salud. La hermana de mi amiga atragantada por un bolo de carne en el esófago necesitaba una "rápida" intervención. Lo entrecomillo porque respiraba normalmente aunque no le pasaba ni un sorbo de agua. El periplo empezó en el centro de salud, donde pudimos comprobar que la buena voluntad de los ¿buenos médicos?, no es suficiente. Ni una triste buscapina ni ningún amago de maniobra. Al Hospital!!! . Que Navarra goce de buena fama en el aspecto sanitario no quita para que uno tenga que esperar tres horas hasta que le solucionen el problema. Sala de espera abarrotada, teatralización excesiva de la atención: me refiero con esto a que te pasan de una sala a otra para que uno piense que está atendido cuando en realidad tienes que esperar allí otro tanto, pero esta vez con pacientes con pijamas de esos abiertos por detrás, con pocas sillas, con mucho calor, con una megafonía ininteligible. Yo, de naturaleza aprensiva, no quería saber si el de al lado tenía fiebre por algún proceso infecto contagioso, o por un golpe de calor.

La historia acaba con la explusión del bolo, pero con un gusto amargo cuando volviendo a casa hay un control de la Guardia Civil que nos para y nos recrimina el exceso de velocidad y el hecho de llevar las luces antiniebla (es lo que tiene tener fundidas las luces cortas y no querer morir en el intento): ¿Está bien invertido el dinero público?




4 comentarios:

Anónimo dijo...

No, bien invertido del todo no está. Es una pasada lo de los hospitales, yo estuve horas muriéndome en un pasillo.
Todo hay que decir que los profesionales de la medicina hacen lo que pueden y gracias a su disposición la mayoría de las urgencias no pasan de un susto.
Un abrazo.

Ego... dijo...

Aquí en Granada da pena y mosquea mucho las varias horas de media que tardan en atenderte en urgencias ahora en verano.
Un abrazo

Anónimo dijo...

... sólo de leerte e imaginarme el panorama estoy ya como para que me ingresen a mí... voy a pedirme una baja!!

Abrazos acelerados!

Anónimo dijo...

si quieres saber porque funcionan mal las urgencias vente un día a trabajar conmigo y cuando acabes las 65 horas seguidas que yo trabajo empezarás a distinguir las urgencias reales y las gilipolleces que saturan el servicio.