viernes, 25 de enero de 2008

GRAFOLOGÍA.

Ayer planteaba a mis compas (casualmente las dos son psicólogas), si creían en la grafología. El siguiente paso fue pensar que si a alguien se le entrenaba en cambiar la caligrafía se estaba haciendo una intervención terapéutica de la conducta. No sacamos ninguna conclusión.
Mi estado actual es catastrófico por una serie de circunstancias entre las que se encuentran haber dormido dos horas. El equivalente a la conversación sería si puedo crear un post que irradia alegría y vitalidad y ver los efectos que éste tiene en la tarde que me espera. No soy capaz. Lo voy a intentar vía ropa que me pongo, para ver si logro algún efecto.

Como decía Amanu, si lo malo breve, menos malo (por lo farragoso...)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi caligrafía siempre fue horrorosa, llegó un momento en la facultad que no entendía mis propios apuntes, decidí cambiar y cambié totalmente el estilo de mi letra lo que redujo sensiblemente la velocidad de escritura y durante un tiempo la cosa se mantuvo hasta que fui cogiendo otra vez velocidad y la letra volvió a ser espantosa, pero en otro estilo completamente diferente. Por tanto, tras pasar de lo horroroso a lo espantoso, resulta ser que el común denominador de mis letras es ser muy malas. Si encontramos cierta vinculación entre la caligrafía y la personalidad la conclusión no me gusta.

Saludos

Anónimo dijo...

Yo tengo una compa "enamorada" de la grafología. Yo tengo mis dudas. ¿Mi letra? a veces clara, a veces bonita, a veces ilegible. Tengo varios estilos. Eso sí, no me tuerzo... jajajajaja

Dulce-galbana

Anónimo dijo...

bueno cielo no es tu caso que a mi me gustan mucho tus post,aunque ultimamente ando algo despistado y eso y lo de veterinario me ha terminado de desconcertar a ver si dando me una vuelta por aqui me encuandro besos